jueves, 12 de diciembre de 2013

CONMOVIDA

Hoy me ha llamado alguien.
 
Una abuela emocionada, preocupada y con mucha necesidad de desahogarse.
 
Sin entrar en pormenores familiares propios de una separación me gustaría escribir y repetir en voz alta lo que me sugería escuchar el testimonio.
 
A quien me pueda leer; a quien me pueda escuchar; a mí misma. Por favor, protejamos a los más pequeños y no olvidemos que los niños no sólo crecen con comida, bebida y demás atención material: los niños son emociones limpias, en desarrollo, indefensas.
 
No hay nada mejor en este mundo que la sonrisa y el abrazo de un niño.
 
Trabajemos, cada uno desde la perspectiva que podamos en la protección de quienes están INDEFENSOS.
 
Antes que nosotros mismos, están ellos.

viernes, 6 de diciembre de 2013


SEGUIMOS CON LA TAREA
 
Me he levantado con la noticia: Mandela ha fallecido.
 
Y ahora, ¿qué?. Pues a continuar con lo que él y otros comenzaron.
 
Hay muchos "Mandelas" de andar por casa en cada pueblo, en cada barrio, en cada casa. Por eso sigue habiendo esperanza. Por eso y por los niños.
 
No es fácil encontrar muchas personas con esa capacidad de perdón, de amor. Ojalá yo fuese una de ellas pero lo cierto es que no lo soy.
 
 
 
 
Por otro lado, tengo la sensación de que andamos tan escasos de esperanza, motivación y alegría que no hace falta ser Mandela para contribuir (aunque sólo sea un poquito) a mejorar el día a día. Ya se sabe que gota a gota se va consiguiendo.
 
No es indispensable provocar lo que no te sale, decir lo que no sientes, hacer lo que no te motiva en ese momento; simplemente se trata de dejar tu gota en algún momento, lugar y compañía que te apetezca ( estoy segura de que, hasta en los malos momentos, algo nos motiva).
 
Hoy tengo especialmente ganas de contribuir con mi gota.

Te deseo lo mejor.