miércoles, 28 de octubre de 2015




BUSCABA ARRIBA LO QUE ESTÁ DENTRO

Buscaba y buscaba; miraba al cielo reclamando respuestas que no llegaban.

Por algún motivo pensaba que todo "llovía del cielo", "era el destino" o  "cuestión de suerte". 
Era más sencillo pensar así pues no había responsabilidad personal.
Y hace mucho tiempo que llegó el día en que supo y sintió que las respuestas están dentro; ni arriba ni abajo, ni delante ni detrás.

 
Se abría un nuevo mundo que siempre estuvo ahí.
Comenzaba una nueva andadura a la que sólo le puede dar las gracias; grandes personas, experiencias, retos, momentos...

Y hoy desea compartir lo aprendido y acompañar a los demás en su camino. 

Mira arriba para dar las gracias, abajo para enraizarse y dentro para caminar.

miércoles, 7 de octubre de 2015

PEQUEÑOS OBJETIVOS PERSONALES

Uno de ellos era, hasta hace pocos días, mirar por ese pequeño hueco y dejarme sentir.
El ventanón promete grandes historias; te hace sentir grande y pequeño a la vez y, sobre todo, libre.

Hace tiempo que quería hacerle una visita; escuché su silencio, agradecí su presencia y sentí que la naturaleza pone señales en nuestro camino para ayudarnos a mejorar. Signos que impulsan un crecimiento pausado y constante; agradecimiento y disfrute de cada momento vivido.


No es ni el más ni el mejor de los sitios, pero es especial.

Sigo mi ruta por los pequeños objetivos para este otoño.

Volveré.

lunes, 5 de octubre de 2015

DEJARSE LA VIDA PARA VIVIR

Eso es lo que hacen muchas personas: apostar por la vida dejándola  en cada intento.
No han hecho ningún mérito para obtener tal premio y sin embargo comer, respirar, ser y estar les cuesta la vida.
No son más ni menos que nadie y sin embargo pagan con creces el ser igual.
Están tan lejos como cerca de nosotros y sin embargo parecen invisibles.

Y los que tenemos la suerte de tener una vida "normal" sentimos agotamiento y frustración al ver lo que sucede; demasiado sufrimiento pensar en ellos cada vez que comemos porque ellos no pueden comer, cada vez que bebemos porque ellos no pueden beber, cada vez que dormimos calientes porque ellos no pueden dormir, ni con calor ni con frío, cada vez que hacemos cualquier cosa que hemos olvidado valorar. 

Ellos no tienen nada de eso y luchan cada segundo de su vida por seguir viviendo. 

Pero hay algo que ellos tienen más desarrollado que nosotros y es su espíritu de lucha ante las adversidades y saben, como nadie, que la sonrisa es una de sus mejores armas.