Nos piden que bajemos unos kilos porque comemos, enfermamos y gastamos demasiado. Además, dicen que trabajamos poco y mal. Nos prometen que nos seguirán dando nuestra ración básica de proteínas, hidratos de carbono y grasas. Somos disciplinados y seguimos la dieta. Y además, hacemos ejercicio; no podemos bajar nuestra competitividad.
Parece que no es suficiente y nos piden que comamos menos (nos siguen prometiendo que los alimentos básicos no se "tocarán"). Y lo hacemos y seguimos haciendo ejercicio.
Estamos muy, muy flacos y muy, muy cansados y los peor de todo; DESNUTRIDOS por hacer caso a unos y confiar en los otros.
Y claro, " A perro flaco todo son pulgas" (y no como Messi). Pulgas y gordas las que tenemos en la política.
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