lunes, 3 de agosto de 2015

" NO SABO NADA"

Eso me decía un pequeño genio un tanto enfadado. "Yo tampoco", pensé. 
En ocasiones pienso que el saber está sobrevalorado porque; ¿quién sabe de qué ?. 
Saber puede estar bien y de hecho está muy bien si tiene una manifestación a través de los sentidos
 ( propios y ajenos). 
Pondría mil ejemplos: de qué sirve que sepas que le quieres si no lo expresas de una forma u otra, de qué sirve que sepas cómo ayudar a alguien si no lo haces, de qué sirve saber cómo mejorar tu vida si no lo haces...

Resultado de imagen de no se nada

También cabe la posibilidad de que pensemos que sabemos y quizás no esté tan claro ese saber.

Hay momentos, etapas, en los que ni siquiera sabemos quiénes somos y nos descentramos. Toca reencontrarnos con lo que verdaderamente somos y sentimos. Todo en reto que precisa toneladas de humildad. 

Hay saberes que pueden venir bien a una generalidad y también hay otro saberes personales; de esos que sólo uno ha de encontrar para su propia vida y desarrollo personal. Estos  requieren de autoconocimiento y aprendizaje continuo. 

A saber lo que nos falta aprender.




No hay comentarios:

Publicar un comentario