domingo, 12 de mayo de 2013

MI PEQUEÑO GATEA

Rápido e inquieto comienza a curiosear cada día más. No tiene miedo y eso, además de mantenerme alerta, me fascina.
 
Sin ese miedo se meterá algún trompazo pero también le ayudará a evolucionar, a probar sus límites y a  crecer.
 
 
 
 ¿ Y, qué haré yo? Pues probar mis límites y miedos también y dejarle probar y crecer; si hay algún trompazo le abrazaré y entre regaño y regaño alabaré su ganas de probar, de saber, de vivir.
 
No quiero que se haga daño pero menos aún quiero mutilar sus curiosidad e inocencia.
 
 Cuando crezca a lo mejor todo cambia.

2 comentarios:

  1. Hay muchísima gente que no vive por miedo a vivir....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra saber que estoy hablando con alguien que sí vive. Gracias.

      Eliminar