EL FUEGO QUE ENCENDÍ YO
El fuego que encendí yo, me quema por dentro. Pensé que sólo eran pensamientos, pensé que no pasaba nada. Me equivoqué; el fuego que encendí yo, me sigue quemando por dentro.
Encendí la mecha con la mejor cerilla; no hay como una buena creencia limitante para que arda la cabeza y deje tras de sí la ceniza de lo que nunca hubo. Me lo creí; me emborraché de "no puedos", "no debes", " no eres"...y sufro la resaca eterna del que quiso y no hizo.
Y ahora, empachada de emociones, sentimientos y caos renazco, una vez más, para dar lo mejor de mi.
Cual botella me lleno y me vacio de vida aprendiendo a no rebosar.
Ahora ardo por centro; llamas de ganas y curiosidad que queman y consumen mi vida hasta el día en que me vaya.
Arde la vida.
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