martes, 7 de julio de 2015

EL ESTANQUE APEDREADO

Un amigo me hablaba ayer de los estanques apedreados.  Cada uno de nosotros somos como un estanque que recibe piedras y más aún, pedradas. Si estamos  en un estado bloqueado o alterado emocionalmente responderemos a esas pedradas con otras y entraremos en una espiral de "lluvia de piedras" que caen desde todos y hacia todos los lados.

También cabe la posibilidad de dejarnos ser y estar; sentir y observar cómo caen las piedras sin  vincularnos con ellas  y dejarlas caer.  Eso se produce porque aunque las piedras dejen olas más o menos pequeñas el fondo está sereno y no se ve afectado.

Me encanta sentirme un pequeño estanque con sus oleajes superficiales y su fondo sereno. No es fácil, es un precioso reto. 
También he de decir que, como Fito, cuido de las olas e intento hacer uso de la asertividad para atender a mis propias necesidades. 

De alguna manera las piedras me hacen sentir viva por fuera y el fondo del estanque sana por dentro.

jueves, 2 de julio de 2015

VIVIR EVITANDO 

Conozco a personas que viven evitando. No van en busca de sus deseos e ilusiones ni tan siquiera se lo plantean. Sus esfuerzos diarios van enfocados a que no suceda algo, a no sentir, oír, pensar...  esto o lo otro, a no perder lo que quizás tampoco se tiene. Y así sucesivamente. Es una espiral inagotable.

¿Se elige vivir así? Sí.

Es posible que en algún momento todos hayamos optado ( de forma consciente o inconsciente) por la opción evitatoria.

Qué bonita la vida cuando sentimos que podemos elegir y lo hacemos libremente. Optemos por lo que optemos y encontremos lo que encontremos que sea porque entraba dentro de las posibles respuestas a nuestra elección.

Vivir evitando la vida, vivir evitándonos a nosotros mismos, no parece vivir. 

Si no vamos  a evitar la muerte ¿para qué  evitar la vida?.