lunes, 5 de octubre de 2015

DEJARSE LA VIDA PARA VIVIR

Eso es lo que hacen muchas personas: apostar por la vida dejándola  en cada intento.
No han hecho ningún mérito para obtener tal premio y sin embargo comer, respirar, ser y estar les cuesta la vida.
No son más ni menos que nadie y sin embargo pagan con creces el ser igual.
Están tan lejos como cerca de nosotros y sin embargo parecen invisibles.

Y los que tenemos la suerte de tener una vida "normal" sentimos agotamiento y frustración al ver lo que sucede; demasiado sufrimiento pensar en ellos cada vez que comemos porque ellos no pueden comer, cada vez que bebemos porque ellos no pueden beber, cada vez que dormimos calientes porque ellos no pueden dormir, ni con calor ni con frío, cada vez que hacemos cualquier cosa que hemos olvidado valorar. 

Ellos no tienen nada de eso y luchan cada segundo de su vida por seguir viviendo. 

Pero hay algo que ellos tienen más desarrollado que nosotros y es su espíritu de lucha ante las adversidades y saben, como nadie, que la sonrisa es una de sus mejores armas.


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