miércoles, 23 de enero de 2013

UNA FLOR EN LA BASURA

Hoy algo me ha recordado que entre las circunstancias más miserables, las palabras más duras, los gestos más deplorables y la realidad más estéril aún puede nacer algo bonito; una flor, por ejemplo.



Merece demasiado la pena la vida como para detenerla en virtud de quienes no saben vivirla en armonía con los demás.
Y es por eso por lo que tengo la certeza de que todo éste lío que tenemos montado sólo, y digo, SÓLO se puede solucionar si hacemos la transformación de cada uno de nosotros en primer lugar.
Pequeños cambios unidos son los que generan la gran Metamorfosis. En caso contrario, sólo nos espera ruina personal y social.

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