miércoles, 27 de febrero de 2013

TALLERES

Hace unos días he comenzado con los talleres de Inteligencia Emocional para niños; estoy encantada.
No me pilla por sorpresa el hecho de constatar que los niños tienen no sólo mucho que aprender sino mucho que enseñarnos. Son tremendamente flexibles y es ahí donde podemos trabajar para hacer de ellos niños y futuros adultos más equilibrados y felices.
 
 
 
No tengo muy claro quién aporta más a quien y tampoco me importa demasiado. Disfruto compartiendo su mundo y enseñándoles nuevas perspectivas.
Siempre he pensado que los niños y la música son lo mejor que hay en el mundo y sigo pensándolo.
 
Son nuestro presente y nuestro futuro; pura energía.

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